Hispanic: Diane Virginia: La Manzana de Angelita: Angela’s Apple (original version)
Como el manzano entre los árboles silvestres, Así es mi amado entre los jóvenes; Bajo la sombra del deseado me senté, Y su fruto fue dulce a mi paladar.
~Cantares 2:3 RVR60
“¿Le gustaría que le de una rebanada de manzana?» Me Pregunto Angelita.
.
.
“Por supuesto”, le respondí, sin saber que ya ella les había preguntado a los demás la misma pregunta, quienes estaban sentados en la mesa de la Conferencia.
Angelita cortó en rodajas la manzana en partes iguales, con cuidado, y con precisión y las distribuía. En el momento que sirvió a su esposo Víctor, ¡Ya no quedaba mucho! ¿No recuerdo cuántos comieron de la manzana — talvez cinco? ¿Tal vez seis? De ese detalle no tengo ningún recuerdo, pero el gesto amistoso y bondadoso de Angelita lo recuerdo muy bien.

Nosotros empezábamos a conocernos en ese momento–todos estaban asistiendo a la misma conferencia. Fue el primer almuerzo que tuve con Angela y Victor. Esta pareja llenaría mi corazón de afecto por ellos, pero en ese momento, no los conocía muy bien.
Cuando comencé a conocer a Angela, el incidente de la manzana comenzó a tener sentido para mí. Este detalle de su bondad describía muy bien el carácter de Angelita.
Angela tenía una habilidad innata para compartir lo que el Señor le había dado. Siempre ponía a los demás antes que ella sin incluso pensar en ello. Fui testigo de esta habilidad varias veces. Angelita amablemente rebanaba frutas u otros alimentos, para Victor y ella misma y servia a su marido primero. Ella sirvió y se desempeñó en otras circunstancias de la misma manera—Como por ejemplo aclarando con amor la oración para una madre a quien estaba ministrando a la mujer; adorando al Señor en oración íntima, sin darse cuenta de los demás que estaban alrededor de ella; haciendo reverencia mientras yo estaba dedicando uno de los libros al Señor estando de acuerdo en voz baja y con sobriedad con cada palabra de la oración; y ¡sonriendo!
La sonrisa de Angela era tan hermosa como la jugosa manzana que ella compartió conmigo el primer día que la conocí. Era una sonrisa más amplia y sincera que una simple mueca (sonrisa falsa), y no era solamente un fruncir del entrecejo — ¡ciertamente no era un ceño fruncido! (¡una sonrisa falsa!) La Sonrisa de Angela era melodiosa, equilibrada y, claro que sí, — nuevamente esa palabra: ¡Carinosa!
Para ti Victor, mi amigo, poderoso Guerrero de oración; Ruego, oro que estés consciente de que la sonrisa amable y cariñosa de Angelita ahora es un regalo para Jesús. Tu amada y dulce Angela esta sentada en la mesa de banquetes con su amado Príncipe de Paz, el que da la paz eterna, Jesús su Salvador y Señor. ¿Qué es lo que está haciendo Angelita ahora? Me imagino, esta cortando una manzana y ofreciéndole a su Rey Todopoderoso e omnipotente. De hecho, estoy segura de ello, porque Angelita siempre ha sido buena cortando las manzanas.
El fruto espiritual de bonda benevolencia puede ser compartido en forma sencilla, como el hecho de cortar manzanas y compartir con los demas.
Genera: No-ficciones
Copyright © 2019: La Manza de Angelita: Diane Virginia Cunio; Diane Virginia: Todos los Derechos Reservados
Troduccion del Victor Marcos
Angela’s Apple (La Manza de Angelita), by Diane Virginia Cunio, was translated by Pastor Victor Marcos, for our Hispanic community, and has been shared in Virginia Beach, VA and in Lima, Peru, where our brother-in-Christ ministers.